jueves, 26 de junio de 2008

[[ Historias Clinicas]]

Ella nunca había sentido tanto miedo en su vida. La intravenosa le estaba envenenado las venas. Hoy podre irme de aquí, pensó. La enfermera de turno entro tarareando una canción, la miro suavemente y prosiguió a entregarle un diminuto vaso con una píldora incolora. Ella la tomo, sabia para qué era… la enfermera tomo aire y totalmente distraída destapo un poco más la vía, luego se marcho algo atolondrada. Ella respiro, ya un poco mas calmada, pensaba en su amor, ¿Dónde estará?, ella no había vuelto a saber de el… desde todas las tardes que estuvo en ese lugar, hacia lo mismo, como tenía horarios estrictos lo hacia todo meticulosamente, comía, se acicalaba un poco en un desganado cuarto de baño que compartía con otras mujeres, se ponía el mismo vestido pero cada día con diferentes parches. Se sentaba en la sala de estar, junto con muchos más, que mataban el tiempo o al menos esperaban que el tiempo los matara a ellos. Esperaba que el la rescatara de aquel lugar. Pero ese esperar se convirtió en un acto senil para ella, hasta que llego un momento en que no estaba segura de que esperaba, a veces en el camino hacia la meta, se pierde el real motivo. Ella lo pensó una y otra vez, pero debía salir de allí por su amado. El medico de guardia llego algo atareado, la examino como de costumbre, reviso la historia y susurro para si… saco unas cuentas imaginarias acerca de cuantas visitas le faltaban aún.

- Dr.¿ Considera que ya me puedo ir?- pregunta ella.

El la miro de reojo a través de sus gafas, se quedo callado y con una señal llamo a una enfermera, algo cansada y amargada por el turno de la noche, que disponía irse ya, la enfermera llego a la cama y le puso la inyección que el Dr. Ordeno. Era siempre el mismo procedimiento, la pastilla, la vía, la enfermera, el Dr., la pregunta y la inyección. La mente a veces nos juega sucio… sin mencionar la ayuda de psicotrópicos administrados. Ella no comprendía lo que sucedía, su lucidez duraba lo que tardaba el líquido en llegar a sus venas. Cuando le tocaba tener sueños manipulados, imágenes borrosas de un pasado del que ya no era dueña. Y al final lo único que le preocupaba era su amado. Que ya no estaba.
El Dr. Al salir de la habitación algo confundido volvió a fijarse en la historia de esa paciente, decía:
Ingreso: recluida a raíz de un trágico accidente que se llevo la vida de su esposo.
Diagnostico: Depresiva clínica.

“A veces lo narraba como un cuento de hadas, pero estos finales están agotados.”

lunes, 23 de junio de 2008

[[En mis ultimos 20 años de amor, Gracias]]



Gracias a mi Hija, por permitirme esta tribuna para plasmar, mi mas sentido agradecimiento, a una grandiosa reunión sorpresa, que nos hizo por 20 años de feliz unión matrimonial. En primer lugar agradeceré a Yudit, por ser la mujer que hizo posible que esto sucediera, pues sin su Amor, paciencia, dedicación, esmero y entrega, mi matrimonio no hubiese tenido los matices, con que siempre soñé cuando decidí empezar esta travesía, gracias. A mi hija María, la autora intelectual de esta reunión, (agoto sus recursos económicos), quien una vez mas demuestra su sensibilidad por los pequeños detalles, para engrandecerlos, gracias. A mi hija Virginia, quien en un menor, o mayor grado, pudo tener la complicidad y supo estimular y apoyar a su hermana mayor, gracias. A quienes, hicieron presencia para que esto sucediera, (pues si no tienes con quien compartir, no habrá celebración placentera), a mi suegro, sobrinos, compadres y vecinos, quienes siempre me han hecho sentir, que no solo la sangre, hace la gran familia, gracias. A mi mama, (que es como, la “sacra soledad del templo”.) que aun no estando presente su presencia me impregna, a mi suegra, por dar cobijo en su vientre y permitirle la llegada a este mundo a mi mujer, a mis hermanos (preciados bastones de apoyo incondicional) a mis sobrinos de sangre y políticos, cuñados (que siempre han estado cerca) A quienes se me escapan en este momento, y no dejan de ser menos importantes. Por ultimo Agradezco a la vida, por haberme dejado realizar en cuerpo y alma mis sueños. Mil Gracias..!!

“No ciñan sus sueños, en sentimientos inconsistentes, hagan lo posible por convertirlos en realidad.” GANDHI..




Autor: Jhonny Limongi.
En honor al 18 de junio de 1988.

jueves, 12 de junio de 2008

[[ Un tren abarrotado, un adios]]

El se apresuro a besarla con mas fuerza, el tiempo corría y el tren se iba en cinco minutos. Ella prometió no llorar, así que no lo hizo. Un beso apresurado elimina muchas palabras torpes… hacía frío, los niños corrían y los bancos estaban abarrotados, la estación de tren lucía cual preciosa postal que olvidamos enviar. Que despedida tan perfecta, pensó ella mientras el viento soplaba y se llevaba lejos toda su historia, el tiempo robaba esos últimos instantes. Que erradas son nuestras percepciones, no hay despida ideal, no importa cuanto lo planeemos, cuantos sinónimos utilicemos, es el mismo sentimiento, es el mismo dolor… estaban enamorados, hace mucho planearon una vida que el destino no aprobó… ¿Dónde queda el amor entonces?... Nos gana la patética idea de creer que para que dos personas estén juntas, solo se necesita amor y unas tarjetas de san Valentín de la tienda de la esquina. La realidad es otra, que escupe duramente en esa inocente fantasía de lo que es el amor. Es mucho desgaste el de una despedida… ella finalmente se subió al tren ya cansada de tanta incertidumbre… El no le pediría que se quedara. Subió sin mirar atrás, se sentó hacia la mitad del vagón en el asiento que le correspondía según su ticket. El sentado desde un banco cercano, se despide en silencio… un silencio que por no ser aullado, quedaría para siempre congelado en su alma en el recuerdo de un amor que mas que amor sería tragedia a partir del momento en que el tren avanzara. Que amargura… el había planeado sin decirlo, trabajaría, se casaría con ella y serían felices…. Y cuando se lo iba a contar, ella hablo primero, comentándole que debía partir para no regresar…. El… no dijo nada.

“Todo este tiempo que yo desgaste pensando en nosotros… ¿tu a que jugabas?