lunes, 18 de mayo de 2009

[[Por si dices por siempre]]


Las palabras no son nada hasta que son pronunciadas, he ahí entonces cuando se convierten en crímenes perfectos. Nunca te pedí que dijeras todas las palabras que disfrutaste ver morir en mis oídos a decideles perfectos, con excusas de promesas, con promesas de ilusiones, con ilusiones que se esparcieron en las letanías de una historia para no dormir. No hay culpa que buscar ni recuerdos que intentar justificar. No tenias que decir PARA SIEMPRE. Eso rompió el rosal de mis esperanzas, leer esa carta en silencios aquellas frases que escribiste sin pensar en que saldrían disparadas en una flecha inclemente, con fin de asesinar a sangre fría. No busques el amor en calles vacías. Romper un corazón no es un trabajo arduo... es arte. Los días se fijaron en mi a merced de las huellas de mi mejor traidor. Las intenciones una vez impuestas cometen su objetivo, no importa cuanto hayan cambiado los motivos, yo
SIEMPRE seré el nombre que te cortara el aire por lo tanto lo intentaras olvidar, y tus seras para SIEMPRE el recuerdo estático de unas memorias tristes. Tu plan de amarme e irte a la mañana siguiente se distorsiono en un montón de madrugadas que pasaron sin mucho apuro, entre unas velas y la única verdad de que la compañía bien puede ser pasada por amor, a favor de los que un día se atrevieron a desafiar las leyes naturales.




sábado, 9 de mayo de 2009

[[De fantasía y de realidad]]


Hablamos quizás de un espacio perfecto. Un sitio inhóspito, ocurrente y especifico, cuentan los que tuvieron suerte de ser testigos de este mito que el lugar y el sitio eran incluso algo mas allá de la perfección errada que siempre conseguimos percibir. Era algo más. Ellos eran un sinónimo perpetuo de la utopía. Era un cuento de hadas que se transformo en un cuento para adultos, uno de esos donde los finales son meramente calculados, donde la princesa eructa después de comer haciendo el príncipe con sus rasgos afeminados se moleste. Es eso. Una historia creada por unas neuronas psicópatas.
El era el sol, y ella era la luna. Los amantes perfectos e inalcanzables, el cóncavo y convexo del mundo al que pertenecían, se quemaban para fundir sus almas en una sola aura mágica, eran lo que viene después del amor, por siempre desordenaron el mundo para ser dueños de el, amo y señora de todo lo que utilizara oxido de carbono. Era algo celestial, eran los siete pecados en un milagro epistemológico. El sol y la luna tenían nueve amores platónicos, confiaban plenamente en ellos, porque el reino siempre tiene que tener sus consejeros, sino entonces seria muy difícil ser rey y reina. El tiempo pasaba sin mucho apuro en el reino galáctico, mientras todos cumplieran su debido rol, no había alboroto que pusiera de mal humor a la luna o despertara la curiosidad del sol. Un día el sol en un acto pagano decidió que ya no quería estar más con la luna, que el debía ser el mas grande, y el que mas brillara, el sol se enamoro de las estrellas que lo reflejaban a el mismo. La luna menguante de la traición se puso estática, tomo el orgullo que le dejaba y dejo al sol podrido en su egocentrismo. Con su tristeza transformo todo de negro, y como castigo a las estrellas las condeno a estar a su lado cocidas a su antojo. El sol se da cuenta pero ya es muy tarde. La luna se había ido al otro lado, el sol quiso seguirla pero su ego era algo mas flameante… la luna pensó que esa seria su maldición, la de brillar sin mas razón que para iluminar a otros a pesar de solo querer hacerlo para si mismo. Y el sol pensó que la maldición de la luna seria alumbrar la soledad.
Nunca más estuvieron juntos… aunque uno salga primero a idealizar el mundo para la otra.


domingo, 3 de mayo de 2009

[[Sueños H20]]


He pasado demasiado tiempo debajo de la ducha intentando ahogar mi razón, el agua caía y caía, era tanto el aguacero que se iba adueñando de mi fisiología débil, yo cerré los ojos sin resistirme, comencé a delirar con que iba por un camino algo caleidoscópico y abstracto, un camino de huellas invisibles y de lejanos transeúntes, llovía tanto que el barro era el dueño de todo lo que por el osaba pasar, era una realidad donde mi umbral de sensaciones estaba paralizado, la tierra mojada no tenia ningún olor, los arboles no tenían ninguna textura, la visión no tenia tonalidades, las hojas al caer no le hacían ningún rasguño al suelo mojado, a lo lejos se escuchaban los ecos de decídeles de extraños que yo ni siquiera intentaba procesar, es cierto en mis venas ardía un leve toque de insensatez. Mi peregrinación no tenia objetivo alguno mas que el de seguir mis respuestas mecánicas, después un tiempo cíclico un rayo de luna cegó mi visión por unos segundos, abrí bien los ojos y ante mi se dibujo la silueta de un árbol gigante, en ese momento en mi realidad paralela en la ducha el agua comenzó a correr con mas fuerza sobre la línea estrecha de mis caderas bajando con fuerza hasta la punta de mis pies, los pliegues de mis labios dolían de lo mucho que estaban abiertos, pero el trance era mas fuerte que cualquier dolor, yo quería sentir ese árbol.


Camine con más determinación, despoje de mí, todo lo que hiciera fuerzas para alejarme de la luz del árbol, en la tierra mojada, cuando estuve cerca toque el árbol y ese fue mi contacto con el mundo de las sensaciones, miré más detenidamente y tocando mi mano había otra mano, otro rostro me veía… de repente la textura del árbol tomo su característica áspera, la tierra mojada recobraba su olor a perfume de humedad, los grises del día fueron intensos, las hojas de los arboles hacían geografía en el suelo y regreso el mágico ruido de la lluvia de mayo, intensa y clara. Eras tú. El contacto más íntimo y necesario. Hasta en sueños. Hay una frontera donde los sentimientos se encuentran, un pueblo fantasma donde hay una taberna destartalada en la que con unos tragos se embriagan de realidad.
¿Hace falta que te diga que me muero por tener algo con vos?