jueves, 17 de julio de 2008

[Las tres tristes T]]

Vivo en la inmensidad de las noches perdidas, me dueles hasta en suspiros. Estoy obsesionada con tu partida y redimida ante el hecho de sentirme desquerida. Hay veces que no lo pensamos así pero los puntos sobre las “i” si son importantes. No hay manera de que lo diga sin que haya resentimiento en mi voz, lo he dicho en una voz tenue, aun Te amo. Es esa promesa inconsciente e ingrata, que le hice a un niño introvertido, que hoy no me muestra sus manos para contarme su verdad. No quiero morir en tiempos indelebles. Siento que me falta cada palabra de tu alma. Es una rutina que no me canso de subrayar, dicen que mientras mas te aferras a algo mas dolerá, pero los límites del dolor son muy vagos. Esta película muda ha alcanzado demasiada intensidad. Te escondes debajo de mis manos. En cada reflejo, no destellan siempre las verdades. Hay frases que ya no sirven de hilo para remendar mi corazón. Nunca cambiarás y yo siempre seré la misma. Yo escribiré siempre las historias y tú te encargarás de difamarlas. El mar de mis pesadillas, el vals de mentiras y el beso de labios apretados. Ya no se como expresártelo. Te necesito. Un café a medio terminar y la impresión de siempre estoy sola no me deja vivir. Ya no se como deletreártelo. Te extraño. Dicen que cuando las mariposas emigran vendrán tiempos mejores, pero mi alma lo grita: no puedo olvidarte. Así nunca acabara nuestro pacto, porque seguimos danzando en la oscuridad. Como ayer, como hoy, como que juro y declaro que el tiempo ya no existe sin ti.

viernes, 4 de julio de 2008

[[Un poco después de las 11:15]]


Si el reloj marcara un minuto mas, creo que moriría de tanta espera. En cada rincón que alcanzo a ver, hay un perfil que nunca me devuelve la mirada. Eres tú. Hoy se suben a mi cama muchas emociones ingratas, se escabullen por la punta de la sabana que a veces traviesamente toca el suelo. Si pudiera me arrancara el corazón y me lo pondría en la mano. Si escribo un verso, este está lleno de líneas que solo quieren hablarte de amor, si alguien me pidiera un día que escribiera un poema de amor, le contestaría que tu madre tiene guardado tu nombre con derechos de autor. Después de ti, no he podido llenar mi cabeza sino más que con ilusiones tontas que acaban a las 10 de la mañana con la resaca del día anterior. Un montón de envoltorios de caramelos y mis manos empapadas de tinta. Desde siempre he intentado decirte lo mismo en diferentes silencios. Yo por ti, alcanzaría el cielo si tu mayor capricho fuera conocer la textura de las nubes. Hiciste en acuarelas mi más grande pesadilla, y en carboncillo mis mejores anhelos. Hoy me muerdo los labios hasta el dolor, por la desesperación de no encontrarte en las calles abarrotadas y en los autobuses vacios. Es cierto. Tu solo te encuentras en esquinas lluviosas. Un día simplemente borraste tus huellas para que no te siguiera más, y allí quede yo, desorbitada ante lo que un día no creí posible: tu abandono. No me mientas mas, te desgastas en excusas banales que a ninguno nos sirven ni para jugar. Hueles a otoño, a tibia soledad. Y yo sin pensarlo solo quiero besarte una vez mas, para así poder ser yo, quien termine de borrar las huellas sucias que dejaste en mi.