domingo, 30 de agosto de 2009

[[Mi hombre ideal]]

Su boca será barro y mi saliva el abono para fertilizar su tierra. Mi cuerpo será el mar y sus manos la marea que lo sostendrá firmemente. Mi hombre ideal deberá tener un ojo azul y un ojo verde. El será el amor de mi vida y yo el amor de la suya, seremos aquellas estrellas que roten la tierra en un peregrinaje épico. El despertara los domingos a merced de la constelación de lunares de mi espalda, y yo seré fiel testigo de cómo inventaremos un nuevo idioma para cantarnos tangos a las ocho de la mañana, yo seré su alba y el será la línea de mi horizonte. Pelearemos y todo volverá a su cauce con unos caramelos de manzana verde, y unos besos de azúcar. Mi hombre ideal no sabrá cocinar pero si alimentar mi alma, no será muy desordenado pero si pondrá de cabeza mi mundo, hablara del tiempo como si fuese suyo y me convencerá para irnos de mochileros a un cráter en la luna. El será cada verso, cada letra y cada acento, se convertirá en el elixir de mis letras y profanara cualquier concepto que yo pudiera tener de lo que es amar. Porque el amor se reinventa en cada nueva experiencia, y hace de sus antojo cualquier especulación que trata de encasillarlo en una definición. Mi hombre ideal será de confite y yo seré la melaza en la cual nos fundiremos. Mi hombre ideal será la derecha de mi izquierda.

sábado, 15 de agosto de 2009

[[Ocho de la mañana]]


El amanecer se me abre como confite que deja escapar su dulce melaza interna. Desde el comienzo de la constelación de lunares en mi espalda he amado el otoño y los días feriados. Cada átomo de mí siempre ha entendido que no hay mejor época que en la que se ama, y se cantan tangos en voz baja para hacer sublime las invocaciones de amor. Desde pequeña me reinventaba en cuentos de hada, historias de príncipes y ranas azules, de hadas madrinas y de brujas en castillos, toda esa utopía que buscas reine en tu historia tantas veces contada. En una debida línea de tiempo he tenido suficientes prospectos de príncipes pero aún no encuentro mi rana azul. El ultimo encuentro que tuvimos el amor y yo sucedió tan deprisa que no hubo verso que pudiera siquiera reprochar esa visita tan fugaz, mi amor, llámese X para guardar los decoros de la historia, fue como aquella supernova que sucede y se va tan rápido como llego. Estas mañanas reflexivas cansan un poco mi animo, doy mas vueltas en la cama y el sol entonces me da en la curva de mis caderas, sonrió pues me hago analogías tontas y aun no son las nueve de la mañana. Cada pensamiento matutino pareciera ser más esperanzador que los del final del día. A las ocho de la mañana el mundo parece no ser tan hostil cuando el aire esta impregnado de café, el sol brilla pero no quema y se oye desde la ventana los pasos de los transeúntes que anuncian que un nuevo día esta apunto de comenzar. Si X supiera todo lo que sucede en mi cama a las ocho de la mañana, creo entonces que se habría de arrepentir de su tan estúpida huida. De todas maneras mi sonrisa alcanza para muchas otras mañanas y para trazar una línea de osa mayor en todos mis lunares.




sábado, 8 de agosto de 2009

[[Lista de Obsesiones]]

De vez en mes me obsesiono. Me tomo el café solo con trozos de chocolate dentro, me pongo solo mis zapatos rojos y me lavo las manos unas 10 veces al día. No, no es cosa de necedades, es cuestión de intentar engañar mis mañas. En días como estos solo fumo cigarros de chocolate blanco, y solo miro cuando tengo mirar. Hablo solo en esdrújulas y solo como manzanas verdes. No camino por aceras vacías, y siempre ando imaginando que el semáforo cambiara a luz morada. Que tortura. Intento no pensar en el, pero si soñar con el dos veces por semana. Si estas allí, contesta el teléfono, que eso de mandar a la contestadora es más mi estilo que el tuyo. Noviembre esta a la vuelta de la esquina y las luces en mi habitación se siguen apagando a las 3 de la madrugada. Tendrás que pedir asilo político pues has roto mi corazón. Siguiendo con el tema originalmente planteado, me doy cuenta de que solo hablo con mis amigos que su número de móvil comience en siete, que los rizos de mi cabello son cada día una enredadera más indescifrable, y que los boletos a la zona VIP del amor han acabado. Que va, solo conservare las fotos en blanco y negro. De aquel viaje, no quedo más que la cuenta del servicio de habitación. De vez en cuando me obsesiono, las tapas de los libros solo deben ser duras y mis pisadas solo las derechas. Esta lista esta algo obsesiva- compulsiva, pero no, esta noche no sacare la tinta negra de mis manos.

martes, 4 de agosto de 2009

[[Cuando te vi, me enamore de tì]]


El amor de mis amores me ha dejado, una vez más, una vez más.

No sienta pena por mi, nada de llorar ni de matarme, que seas feliz, que seas feliz por cien años.

En nuestra turbia historia hay muchos renglones disparejos.

Nunca odiare aquella tarde traicionera del tercer mes cuando te vi, cuando supe que serías para mí e irremediablemente me ilusione.

Cuando no supe que harías tripas de colores mi corazón.

¿Tú? ¿Qué has hecho tú? Me has dejado.

¿Yo? ¿Y que hago yo?

Yo te amo.

Porque a pesar de todo, todos y todo lo que tuve que pasar, me enamore de ti.