Si sientes que la primavera ha llegado a ti, déjala que penetre en tus poros hasta que haga erupción. Quiero perderme en el jardín de tus olores y en coserme las flores de tus emociones en el alma. Las cosas más simples se nos transforman en letanías dignas de ser inmortalizadas, ven no me dejes libre de amar, porque el amar puede convertirse en un vicio letal, en una arritmia constante y ajena, en un norte y un sur sin núcleo estable, en un tu y yo unidos por el mismo hilo mágico que encoje el corazón cuando estamos juntos.Es querer deshilar todas las capas que hay en mi y dejar solo lo que hace a la piel, piel, a la carne, carne, y a los huesos, huesos. Es tan simple y necesario como ese primer respiro que tienes en la mañana cuando tu aliento es caliente y ajeno a otras texturas y sombras. No hay nada como encerrar en fragancias las naturaleza del amor, el desear parar los semáforos en las autopistas, es necesitar encontrar pistas de tu personalidad en extraños para que me entretengan porque ni ellos entienden que quiero escuchar tus silencios, es querer acariciar los poros que el sol carameliza en tu piel, es encontrarnos en sorpresas y artilugios, es escribirte estos versos destartalados y llenos de fibra, es pensar que lo único que tiene sentido es unir nuestras sombras en un claroscuro.
No sé que es esto que me hace querer escribir mis deseos en las nubes y en la brisa que se lleva y trae tus matices.



