[[Sino solo a mí]]

Amo cada fibra de tu figura imperfecta. Si no existen los cuentos de hadas entonces inventemos nuestra propia historia siniestra. No hay nada mejor que el olor del té de limón y miel, en días lluviosos. Mi pluma esta harta de mis mañas cuando escribo sobre ti. De mis tretas con las metáforas y mi tregua con las palabras tristes. No me da pena confesar que me encanta ponerme tu ropa y cambiar de olores con ella, hay presencias que se guardan en los sentidos como pequeños frascos de perfumes. Contigo aprendí que las emociones saben mucho mejor cuando tienes alguien con quien romperlas, destrozar sus formas originales y convertirlas en abstractos únicos, tanto que tientan a otros a querer tener la misma pieza. Yo no escribí las reglas para amar, solo me dedico a ir en contra de ellas, entre tu y yo no puede haber mas protocolo que el de sabernos cómplices de rasgarnos en la misma textura. Yo tome en mi mano todos mis prejuicios y los hice gloria junto a ti. Mis anticuerpos no sirvieron de nada ante esta adicción, por ella te regalaría hasta la luna confitada con el sol, para que camines sobre ella y dejes en claro que el amor estuvo allí. Es la espina de lo prohibido lo que nos seduce tan fácilmente. Somos de viento, somos de barro, somos la perfecta antología. El perfecto desastre respaldado por esas ganas inmensas de encontrar refugio. El tiempo no rinde para aquellos que buscamos de manera incesante el amor, junto con todas sus tibias trampas. Ven a mí cuando quieras más de amor y tragedias. Hay días en los que me obsesiono con ideas tontas, como la de que en cualquier momento entraras por esa puerta y me veras, no a mis poemas, no a mis vicios, sino solo a mi.